María Sabina Magdalena García (22 de julio 1894 - 22 de noviembre de 1985). Curandera indígena originaria del pequeño poblado de Huautla de Jiménez, ubicado en la Sierra Mazateca, al sur de México. Sin proponérselo, María Sabina se convirtió en una celebridad nacional e internacional, debido a su extenso conocimiento en el uso ceremonial y curativo de los hongos alucinógenos que usualmente crecen en su natal Oaxaca. María Sabina fue conocida como una mujer sabia en todo el mundo, y se convirtió en un icono para muchos seguidores y simpatizantes del movimiento hippie, pero antes que nada, fue una mujer exploradora.
Guía maestra y diosa del hongo sagrado
Llamada curandera, chamán o Chjota Chjine (la que sabe) por sus conocimientos, basados principalmente en su interacción con los hongos sagrados conocidos como Teonanacatl, de la familia Psilocibe, a los cuales ella los llamaba cariñosamente “angelitos” o “niñitos”.
Nativa del pueblo Huautla de Jiménez, en la sierra de Oaxaca, esta sanadora mazateca practicó la videncia y la medicina, cantando durante largas ceremonias, mezclando los conocimientos prehispánicos con la influencia de la corriente católica.
Persona humilde, llevaba una vida simple en lo cotidiano. Sembraba maíz y frijol en su terreno y no cobraba a sus pacientes, quedando a la espera de lo que cada persona pudiera darle. María Sabina fue visitada por innumerables personas. Entre los conocidos podemos citar a los Beatles, Bob Marley, los Rolling Stones, Aldous Huxley y hasta Walt Disney. Pero fue conocida en el mundo occidental en su mayor parte gracias al investigador Robert Gordon Wasson y su esposa Valentina Pavlovna, considerados los padres del estudio de los hongos, quienes han escrito invalorables libros, estudiando entre otros los usos de la amanita muscaria, que se representa en los cuentos de niños con su sombrero rojo y pintas blancas. Gordon Wasson tuvo su primera experiencia con ella en 1955, y a partir de allí comenzó a publicar sus experiencias en revistas y libros, e inclusive un disco que registra los cantos de Sabina durante una ceremonia (“Mushroom Ceremony of the Mazatech Indians of Mexico”, 1957. Smithsonian Folkways Recordings); otro libro escrito por Wasson es titulado: "The Wonderous Mushroom"; uno de los hongos empleados en las ceremonias del "Hongo Sagrado", antes no habían sido clasificado, por lo que lo catalogó como psilocibe wassonni.
"Hay un mundo más allá del nuestro, un mundo que está lejos, también cercano e invisible. Ahí es donde vive Dios, donde vive el muerto y los santos. Un mundo donde todo ha pasado ya, y se sabe todo. Ese mundo habla. Tiene un idioma propio. Yo informo lo que dice. El hongo sagrado me toma de la mano y me lleva al mundo donde se sabe todo. Allí están los hongos sagrados, que hablan en cierto modo que puedo entender. Les pregunto y me contestan. Cuando vuelvo del viaje que he tomado con ellos, digo lo que me han dicho y lo que me han mostrado." --María Sabina.
En 1979 se realiza una película a cargo de Nicolás Echeverría (exhibida luego de 25 años de su filmación) donde se muestran todos los rituales con lujo de detalles, incluyendo sus cantos y la enunciación de las fuerzas e identidades a las que convocaba para curar los males de sus pacientes.
El escritor Carlos Castaneda decía que tenía una conexión con María Sabina. Y hubo quienes (su ex esposa incluida) sugirieron que Castaneda construyó el conocido personaje “Don Juan” basado en ella y otro chamán llamado Salvador López.
En palabras de Gordon Wasson: "La señora está en la plenitud de su poder y se comprende fácilmente por qué Guadalupe nos dijo que era una señora sin mancha, inmaculada, pues ella sola había logrado salvar a sus hijos de todas las espantables enfermedades que se abaten sobre la infancia en el país mazateco, y nunca se había deshonrado utilizando su poder con fines malévolos...nosotros hemos comprobado que se trata de una mujer de rara moral y de una espiritualidad elevada al consagrarse a su vocación, y una artista que domina las técnicas a su cargo. Se trata verdaderamente de una personalidad."
Luego de su muerte el día 22 de noviembre de 1985, fue honrada por su pueblo y reconocida en el mundo, aún cuando en vida padeció miseria e incomprensión por el camino que eligió recorrer. María Sabina es un símbolo de búsqueda y perseverancia; un modelo inspirador para aquéllos que desean encontrar su camino de conocimiento y sabiduría.
Álvaro Estrada, convecino de María Sabina y conocedor del mazateco, fue la persona ideal para registrar este testimonio biográfico de la renombrada mujer de conocimiento de la Sierra de Oaxaca. Dado que María Sabina no hablaba castellano, las personas occidentales que la visitaron hubieron de valerse siempre de intérpretes para comunicarse con ella, cosa que dificultaba la redacción de un trabajo biográfico como el presente. Estrada, nacido en Huautla y educado en español por la escuela, y poseedor de una vocación literaria al mismo tiempo, fue la persona idónea para llevar a cabo esta tarea. Espectador de primera línea de los aconteceres que sucedieron en Huautla de Jiménez desde el redescubrimiento del uso sagrado de los hongos por occidentales, y consciente de la relevancia de la figura de María Sabina para el mundo de los académicos, emprendió una serie de conversaciones con ella que dieron como fruto este pequeño libro, que es a la vez una gran joya de sinceridad, sencillez y proximidad. En él Sabina narra su infancia llena de carestía en este pequeño pueblo de Oaxaca, su temprano conocimiento la sabiduría de los hongos, sus matrimonios y el nacimiento de sus hijos, su vocación chamánica y su trabajo de sanar, el encuentro con R.G. Wasson y lo que aconteció en el pueblo después. A pesar de ser escrito en 1975, cuenta con varias actualizaciones hasta 1985, año de la muerte de María Sabina. A destacar la nueva traducción al español de los cantos chamánicos de María Sabina, publicados anteriormente en el trabajo María Sabina and her Mazatec mushroom velada, editado por R.G. Wasson, quien a la vez prologa este valioso libro. El abuelo y el bisabuelo de María Sabina fueron notables chamanes, también su tía y tío abuelos. En junio de 1955, R. Gordon Wasson, investigador etnomicólogo asistió por primera vez a una velada cantada por María Sabina en Huautla, y a invitación de ella ingirió los hongos divinos y quedó pasmado. Él es el autor, junto con su esposa, del libro Mushrooms, Russia and history y de varios artículos científicos sobre los hongos alucinógenos. Esto provocó que la prensa vulgarizara la noticia y con ello la invasión de hippies a las montañas oaxaqueñas. Al final de su vida María Sabina lamentó la pérdida definitiva del poder divino de los hongos. María murió muy pobre y enferma a la edad de 91 años.
1 comentario:
En extremo interesante, yo estoy comenzando con el estudio de hongos a nivel biológico y esta historia de María Sabina me demuestra, lo frágil que es la mente humana ante toda la sabiduria de la naturaleza y aquellos que la respetan e idolatran haciendola parte de su vida.
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