jueves, 22 de septiembre de 2011

PEÑA NIETO “EL GOLDEN BOY DEL ESTADO DE MÉXICO”

PEÑA NIETO “EL GOLDEN BOY DEL ESTADO DE MÉXICO”:

El copete acicalado. La sonrisa diamantina. La novia famosa.. El Gobierno dadivoso. La publicidad omnipresente. La pantalla alquilada. La alianza del guapo y los corruptos. Los componentes centrales del modelo de competencia política que el PRI construye y con el cual logra ganar. Los ingredientes fundamentales de la estrategia que el PRI despliega y con la cual logra arrasar.

Una ecuación cuidada, perfectamente planeada: cara bonita + dinero + televisoras + publicidad +
PRI dinosáurico = triunfo electoral. Una fórmula concebida en el Estado de México y ahora instrumentada exitosamente a nivel nacional. Una fórmula patentada por los artífices de la "experiencia probada", en busca de algo que puedan vender como "nueva actitud". El modelo bombón. El modelo "Golden Boy". El modelo Peña Nieto.

Con resultados a la vista y confirmados en esta elección. Distrito tras Distrito, Presidencia municipal tras Presidencia municipal, Diputación tras Diputación, Estado tras Estado. Corredores azules que se vuelven tricolores; bastiones panistas que pasan a manos priistas; territorios del PRD que dejan de serlo. Guadalajara y Zapopan y Cuernavaca y Toluca y Ecatepec y Tlalnepantla y Atizapán y Naucalpan. Tan sólo en el Estado de México, el triunfo en 40 de 45 distritos electorales.

El PRI, beneficiario del voto de castigo por una economía que se contrae más del 7 por ciento. El
PRI, beneficiario de la inseguridad que la popularidad presidencial no logra remediar. El PRI, beneficiario de un PRD que se devora a sí mismo y un PAN que se traiciona a sí mismo. Pero más importante aún, el PRI beneficiario de la mejor inversión que ha hecho en tiempos recientes: la campaña publicitaria permanente que lleva a miles de mujeres a exclamar -en mítines de campaña-

"Peña Nieto bombón, te quiero en mi colchón".

El "Astro Boy de Atlacomulco", una criatura concebida por la dinastía política más importante del País que ahora busca dominarlo de nuevo. El político Potemkin, producto de un entramado de intereses políticos y empresariales que combina la modernidad mediática para llegar al poder, con los viejos métodos para ejercerlo.

El mexiquense metrosexual construido con carretadas de dinero: por lo menos 3 mil 500 millones de pesos en cuatro años de autopromoción mediática descritos por Jenaro Villamil en su nuevo libro "Si yo fuera presidente: el reality show de Peña Nieto". El posible candidato presidencial, seleccionado, asesorado y adiestrado por personajes como Arturo Montiel y Alfredo del Mazo y Carlos Salinas de Gortari y ejecutivos de Televisa y muchas manos más que peinan el copete. Venden el producto. Posicionan la marca.

Enrique Peña Nieto, emulando a diario la estrategia salinista basada en la inauguración de grandes obras y el cumplimiento de pequeños compromisos. Promocionando a diario la lista de libramientos construidos, tractores regalados, apoyos económicos entregados.

Ejemplo de lo que Octavio Paz llamó el "Ogro Filantrópico"; ese Estado que no construye ciudadanos, sino perpetúa clientelas. Millones de mexicanos educados para vivir con la mano extendida, parados en la cola, esperando la próxima dádiva del próximo político. Como los 9 mil que se aprestaron a celebrar el cumpleaños de Mario Marín hace unos días y los 200 que hicieron cola para abrazarlo. Como aquellos para quienes la corrupción se vale cuando es compartida. Como aquellos que volvieron a votar por el PRI en el Estado de México, a pesar de las marrullerías de Arturo Montiel y las marometas llevadas a cabo por su sucesor para encubrirlo.

Enrique Peña Nieto, actor de un espectáculo continuo, perfectamente producido, escenificado y actuado en la pantalla más grande del País. El candidato de "El Canal de las Estrellas" que hasta novia le consiguió. El candidato que las televisoras hacen suyo y se encargan de edificar. Con promoción política disfrazada de infomercial; con paquetes publicitarios que incluyen la compra de entrevistas en los principales noticieros; con la cobertura de un romance que recibe más atención que la guerra contra el narcotráfico; con el silencio televisivo que se guarda sobre el caso de Atenco o los feminicidios en el Estado de México o cualquier tema controvertido que podría evidenciar las fauces del joven dinosaurio.

Hay un Plan de Trabajo que Televisa ha puesto en marcha y cuyas instrucciones Peña Nieto sigue al pie de la letra: te doy la pantalla desde la cual propulsarte y me das una Presidencia a la medida de mis intereses. Un trueque permanente de favores, dinero, gestión política a cambio de impunidad y promoción mediática.

Como advierte Julio Scherer García, la fórmula Peña Nieto es sencilla: comprar el tiempo en la televisión, corromper y corromper, mentir y mentir, aprender que a los aprendices se les puede y debe aprovechar. Todo para apoyar al joven muñeco, atractivo por su presencia física, a costa de la inteligencia y la pulcritud moral. Todo para que el poder regrese a las manos de la mafia. Todo para que el
PRI vuelva a Los Pinos.

Los invito a reenviar este editorial de Denise a todos sus contactos. No se dejen engañar por la mercadotecnia de Telerisa. Faltan 1 años pero el tiempo se pasa corriendo. No seas ciudadano de cada 3 años, que sólo vas a votar y te olvidas. Y si eres abstencionista, ve pensando seriamente qué harás en 3 años. Carlos Salinas de Gortari es quien está detrás de Peña Nieto.

Por Denisse Dresser



miércoles, 27 de julio de 2011

Breve historia del Ángel de la Independencia

Breve historia del Ángel de la Independencia: "

Retrato del Ángel de la Independencia por Ernesto Lozano Rivero e1311775391152 Breve historia del Ángel de la Independencia

El Monumento a la Independencia —mejor querido como el Ángel—, preside con la sobriedad propia de los inmortales el otrora Paseo del Emperador. Desde su pedestal, elevado a 35 metros de su base, la adusta escultura de la Victoria Alada (la popular diosa Niké) ha contemplado el devenir de una ciudad —y una nación— que cada seis años cambia de rumbo. Nombrada guardiana de los restos fúnebres de aquellos que han recibido el título de próceres de la patria, ahora debe contentarse con vigilar a los turistas y quinceañeras que arriesgan la vida para cruzar la transitada Reforma —a veces, tacones en mano— para tener el privilegio de fotografiarse con ella. Este sábado volverá a cumplir su deber de salvaguarda cuando, tras una procesión fúnebre, le sean devueltos los restos que le encomendaron a su cuidado.

Más allá de lo que algunos han considerado como un tétrico espectáculo, vale la pena recordar cómo nació este nuevo símbolo de la patria y, especialmente, de la Ciudad de México. Ese monumento que todos —aunque muchos no lo recuerden— nos provocó cosquillas en el estómago la primera vez que lo vimos y que, también para muchos, no sólo representa un símbolo de la libertad y la victoria, sino también del hogar: hogar, dulce-inseguro-caótico-lleno-de-tráfico-pero-muy-querido hogar.

La Estela de Luz: la historia (casi) se repite

De las celebraciones del pasado Bicentenario sólo parece quedarnos el recuerdo de la resaca terrible y los pies adoloridos tras bailotear gran parte de la noche en alguno de los escenarios dispuestos en el Paseo de la Reforma. Porque de los monumentos que erguirían en su honor, ni sus luces. A lo sumo, las polémicas de aquellos hombres de espíritu enano que, en vez de sentirse honrados al entrar a la historia por la puerta grande, a través de la construcción de un monumento que asegurara su inmortalidad, decidieron lucrar con el dinero de nuestros impuestos. Sí, me refiero —sólo para citar uno de tantos casos— a la Estela de Luz, un monumento de la malversación de fondos.

Sin embargo, el ya merito —al menos en cuento a la construcción de monumentos— no es un mal contemporáneo; un mal bicentenario. Nuestro querido Ángel —¿o nuestra querida Ángel?— tuvo varias “salidas en falso” e incluso tuvo que ser demolido debido a los famosos hundimientos que caracterizan a nuestra ciudad. La primera convocatoria para su diseño y construcción fue lanzada en 1821, pero, como sabemos, la inestabilidad de los gobiernos independientes, impidió que el proyecto se materializara. De esa fecha, hasta 1943, se lanzaron varios concursos para erigir el monumento en lo que hoy conocemos como el Zócalo (o Plaza de Armas, para ser más correctos), que en aquel entonces no era una plancha desabrida, donde el único adorno son tiendas de campaña y letrinas móviles, sino donde se ubicaba un pequeño parque que recibía el nombre de Parián.

En 1943 fue Antonio López de Santa Anna quien, junto con la Academia de San Carlos —la escuela de pintura más famosa de nuestra historia— lanzaron la convocatoria que estipulaba los requisitos que hoy —más o menos— cumple nuestro monumento.

  • Según la moda arquitectónica imperante, debía ser una columna honoraria. Recordemos que la influencia clásica era el canon estético del momento.
  • Su altura debería ser de, mínimo, 42 metros.
  • El remate exigido era una Victoria. La diosa Nikté que antes había mencionado y que aparece en monumentos conmemorativos de todo el mundo occidental.
  • Una base o pedestal adornado por estatuas y bajorrelieves.
  • Rodeado todo por una reja y con monumentos menores que adornaran la plaza.
  • Los materiales de recubrimiento debían incluir mármol; las estatuas y adornos debían de ser de bronce.

El ganador de este certamen fue un arquitecto francés,** Enrique Griffon**, a quien se le entregó el premio en efectivo (300 pesos —de la época—), pero cuya obra nunca se realizó. Al caprichoso señor Santa Anna no le agradó el diseño elegido por los académicos de San Carlos, favoreciendo el proyecto de un mexicano, Lorenzo de Hidalga, que aunque había quedado en segundo lugar, resultó ser el proyecto a erigirse. Quizás el motivo de su elección fue que —nada lorenzo don Lorenzo— en la columna, en un bajorrelieve, aparecía ilustrada la batalla de Pueblo Viejo, en Tampico, lucha que el mismo Santa Anna dirigió.

Sin embargo, como diría mi abuela, el que da y quita, con el diablo se desquita. A pesar de que se colocó la primera piedra —¡cuánto nos gustan estos eventos de socialitè!—, por falta de fondos no se llegó a construir —¡cómo nos choca hacer presupuestos!—. Fue hasta el Segundo Imperio Mexicano (porque uno nunca es suficiente) que se retomó el proyecto y que ahora favoreció al arquitecto Ramón Rodríguez Arangoity. La mismísima emperatriz Carlota —dulzura de mujer, toda una palanqueta—volvió a colocar la primera piedra, pero la caída del imperio se interpuso y el proyecto volvió a quedar en el olvido. Sin embargo, durante la república restaurada —que, como la Biblioteca Vasconcelos, sigue en restauración— aunque no había fondos para ningún proyecto de esta especie, se decidió urbanizar el Paseo del Emperador, llamándolo “Paseo de Degollado” en honor a Santos Degollado, héroe de la Guerra de Reforma.

Y aquí entra ese personaje tan ambivalente, tan discutido y polémico. Don Porfirio Díaz, que, terriblemente influido y deslumbrado por el empuje arquitectónico francés —y la ciencia positivista en boga— decidió abrir desarrollos inmobiliarios de lujo en la zona. Sí, adivinaron, las colonias Tabacalera y Jurarez, que en aquél momento se llamó Americana (y de ahí que el nombre de sus calles sean de ciudades del gabacho). Además, sembró arboles e instaló mobiliario urbano, del cual aún conservamos algunas piezas. En 1886, este controvertido prócer volvió a convocar a concurso para un monumentos conmemorativo, retomando los requisitos de las convocatorias pasadas (para que vean que eso del pirateo de proyectos no lo inventó Marianita).

Se decidió que el monumento a construirse se asentaría en una de las glorietas del recién nombrado Paseo de la Reforma y que lo realizaría una misma firma estadounidense. Sin embargo —de nuevo, los presupuestos— de pospuso la construcción en 1887, siendo vendido al gobierno el proyecto y regresando a su casa la firma constructora de Washington, D.C. Es hasta 1900 que se nombra al arquitecto Antonio Rivas Mercado (sí, hay una calle de su nombre, de ahí la familiaridad) y que se comienza la construcción del monumento el 2 de enero de 1902, cuando don Porfirio pone la primera piedra. Rivas Mercado encarga el proyecto escultórico al italiano Enrique Alciati y la obra civil al Ingeniero Roberto Gayol. Sin embargo, ¡la venganza de Moctezuma! O bueno, no. Pero sí la desgracia.

En mayo de 1906, los trabajadores comenzaron a notar cierta inclinación en el monumento. Y sí, debido a la inestabilidad del suelo y la mala cimentación, el monumento se nos estaba yendo chueco (qué atinada metáfora de nuestra vida nacional). La base tuvo que ser demolida y se volvió a comenzar, hasta inaugurarlo el 16 de septiembre de 1910 en el culmen de las celebraciones del centenario. Así que ya pueden sacar conclusiones de cuándo estará lista nuestra Estela de Luz

Instrucciones para visitar el Ángel y no morir en el intento

Del centenario de la independencia a nuestros días nuestra querida Ángel ha visto de todo. Incluso el suelo muy de cerca cuando se cayó en el terremoto de 1957. Y la historia contemporánea de este monumento que a muchos nos dice “bienvenido a casa, ahora caele con la lana” será motivo de otra entrada. Sin embargo, no quiero dejar pasar la oportunidad de compartirles cómo visitarlo y no morir en el intento.

Su actual ubicación es en el cruce de las calles Paseo de la Reforma, Río Tíber y Florencia. El tránsito en la zona es constante y tiene un no sé qué pero qué sé yo que desquicia a los automovilistas y no dudan en echar fierro para cruzar la glorieta. Muchos turistas y quinceañeras deseosas de compartir “su día” con la Ángel cruzan a como Dios les da a entender. Hace falta un señalamiento en el lugar, pero hay una forma adecuada —y relativamente segura— de hacerlo; basta observar un poco.

En el cruce de Florencia y Paseo de la Reforma, así como en la cebra peatonal oeste del cruce de Reforma (la que está del lado de la Zona Rosa) encontrarán en el suelo unos curiosos fantasmas rojos deslavados por tanto aplastón de coche. Uno debe cruzar a esos puntos —la mitad de la calle, el camellón— cuando está el semáforo peatonal y permanecer ahí hasta que los conductores tengan luz verde. (Todos los semáforos se ponen en rojo al mismo tiempo por unos segundos). Y ése es el momento para cruzar. Claro, te sentirás como Moisés cuando abre los mares para que el pueblo elegido cruce, pero esa sensación es mejor que sentirte Job tragado por una ballena o, en este caso, sepultado por el peso de un coche.

Y, una vez en el monumento, regálate unos minutos en la escalinata. La vista de la urbe es hermosa y, si tienes suerte, podrás ver al Castillo de Chapultepec perfectamente alineado sobre Paseo de la Reforma. Es impresionante y súmamente bello estar ahí. Uno de esos momentos en la vida de todo chilango en el que hace sentido la frase “la Ciudad de los Palacios” y en que a uno no le queda más que declararse absoluta y perdidamente enamorado de esta monstruosamente bella ciudad.

Imagen: “Bajo las Alas de un Ángel” de Ernesto Lozano en (Artelista)http://www.artelista.com/obra/5003268217830926-bajolasalasdeunngel.html

Breve historia del Ángel de la Independencia escrita en Vivir México el 27 July, 2011 por ismael
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jueves, 20 de enero de 2011

Biografías | Jaime Sabines

Jaime Sabines Gutiérrez (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; 25 de marzo de 1926 - Ciudad de México; 19 de marzo de 1999) fue poeta y político mexicano.

Su padre, Julio Sabines, nació en el Líbano en 1902 y emigró con sus padres y sus dos hermanos a Cuba. En 1914 llegó a Chiapas, donde conoce a su futura esposa, Luz Gutiérrez Moguel.
Jaime Sabines mantuvo la paz y la poesía al mismo tiempo: las personas lo amaban y apreciaban su orgullo de ser poeta. Jaime Sabines tuvo una infancia normal, fue jugador de trompo, canicas y baloncesto. Declamador desde la primaria, lo fue oficialmente en la secundaria.
En 1945 viajó a la Ciudad de México para comenzar sus estudios como médico, pronto se dio cuenta de que la carrera de medicina no era para él, en ese momento es cuando comienza su carrera de escritor. Regresó a Chiapas por una corta temporada y estuvo trabajando en la mueblería de su hermano Juan.
En 1953 se casó con Josefa Rodríguez Zebadúa, con quien tuvo cuatro hijos: Julio, Julieta, Judith y Jazmín.
Falleció el 19 de marzo de 1999 en la Ciudad de México, víctima del cáncer, a la edad de 72 años.

Sus primeros pasos por la poesía fueron "Instrospección", "A mi madre", "Siento que te pierdo" y "Primaveral", los anteriores fueron publicados en el periódico El Estudiante, una publicación de las sociedades estudiantiles de la Escuela Normal y de la Preparatoria de Tuxtla Gutiérrez.
En 1949 regresa a la Ciudad de México para ingresar a la licenciatura en «Lengua y literatura española» en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Entre sus influencias literarias se cuentan Pablo Neruda, García Lorca y James Joyce.
-¿Se daba cuenta de las influencias que se apoderaban de su escritura o no las percibía?
-¡Claro que me daba cuenta de que esos poemas no eran míos! Son obras de García Lorca o son obras de Neruda, me decía a mí mismo. Pero poco a poco empecé a escribir cosas diferentes... fui notando que ya era una voz propia que se iba abriendo paso entre tantas influencias.
(Ana Cruz, "La poesía es un destino".)
En 1949 nace Horal, poemario que inicialmente constaría de 62 poemas, pero que el autor recortó unos días antes de viajar a Tuxtla. La publicación corrió a cargo del Gobierno de Chiapas en 1950 en una edición muy modesta con 18 poemas.
En 1951 es publicado su libro titulado La Señal. En el año de 1952 regresa a Chiapas debido a que su padre sufre un accidente, por lo tanto no puede terminar su carrera. Sin embargo, en 1952 aparece su libro Adán y Eva, su primera incursión en la poesía en prosa, del que afirmó:
Yo quería hacer una poesía lo más independiente de las palabras, que resistiera cualquier traducción y es a través de la prosa, -cuyo ritmo es el que más se acerca al de la sangre- donde se consigue mejor".
En 1954 se publicó uno de sus libros, quizá el menos entendido en su país y el más apreciado fuera de él, Tarumba. Sabines sufre un accidente al caer por una escalera, en él se rompió una pierna y se fracturó la cadera, con lo que dio comienzo una vida de sufrimiento y de dolor.
Después de siete años de vivir en Tuxtla, regresa a la Ciudad de México en donde escribe Diario Semanario. En el año de 1966 muere su madre, Doña Luz Gutiérrez, y en 1967 se publica la primera edición de Yuria.
Jaime Sabines era conocido como "El francotirador de la literatura" por pertenecer a un grupo que transformaba la literatura en realidad. Sus escritos se basaron en su presencia en diversos lugares cotidianos como la calle, hospitales, patios, etcétera.

Fue diputado federal por el I Distrito Electoral Federal de Chiapas a la L Legislatura de 1976 a 1979 y diputado en el Congreso de la Unión en 1988 por el Distrito Federal . Fue calificado por el presidente de México, Ernesto Zedillo, como uno de los más importantes poetas del país en el siglo XX.
Tiene un poema en el que condensa su impresión sobre su propia actividad política:

Estoy metido en política
Estoy metido en política otra vez.
Sé que no sirvo para nada, pero me utilizan
Y me exhiben
“Poeta, de la familia mariposa-circense,
atravesado por un alfiler, vitrina ”.
(Voy, con ustedes, a verme)

viernes, 17 de septiembre de 2010

Biografías | David Alfaro Siqueiros

(Chihuahua, México, 1896 - Cuernavaca, id., 1974) Pintor y muralista mexicano. Activo políticamente desde muy joven, interrumpió sus estudios de arte para alistarse en el ejército de Venustiano Carranza. Al finalizar el conflicto, se trasladó a Europa para continuar sus estudios.

Tras su regreso a México en 1922 participó en la elaboración de los murales de la Escuela Nacional Preparatoria. Durante toda su vida viajó por varios países, sobre todo Estados Unidos, Rusia, Argentina y Chile, a veces por motivos profesionales y otras por motivos políticos. Estuvo dos veces en la cárcel en México, la primera en 1930 y la segunda en los años sesenta.

Siqueiros fue, junto con Rivera y Orozco, uno de los padres de la escuela muralista mexicana. Al igual que ellos, compartió su fervor por la revolución y la exaltación del pasado precolombino, siempre desde un enfoque nacionalista y marxista, que plasmó en un arte de dimensiones monumentales y gran fuerza dramática.

Buena muestra de sus frescos está expuesta en el Sindicato de Electricistas y en el Palacio de Bellas Artes de México, en la ciudad de Chillán (en Chile) y en la Chouinard School of Art de Los Ángeles. Dos de sus títulos más conocidos son Proceso al fascismo (1939) y Muerte al invasor (1940), este último dedicado a la conquista de América.

Su obra se caracteriza por el dinamismo y la movilidad compositiva, así como por una búsqueda de efectos dramáticos mediante el uso de la luz y el tratamiento escultural de las figuras y los fondos. Contiene, además, una fuerte componente didáctica, capaz de reunir pintura, escultura y arquitectura en pos de una nueva dimensión artística cuyo punto de partida es la realidad. Su anhelo por conseguir una reciprocidad entre las diferentes técnicas pictóricas y la más moderna tecnología, le llevó a crear un taller experimental de arte en Nueva York.

lunes, 26 de julio de 2010

Biografía | Diego Rivera

Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez (Guanajuato; 8 de diciembre de 1886 — México, D. F.; 24 de noviembre de 1957) fue un destacado muralista mexicano de ideología comunista, famoso por plasmar obras de alto contenido social en edificios públicos. Fue creador de diversos murales en distintos puntos del centro histórico de la Ciudad de México, así como en la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo, y en otras ciudades mexicanas como Cuernavaca y Acapulco, así también algunas otras del extranjero como San Francisco, Detroit y Nueva York.

Primeros años y vida en México
Nació el 8 de diciembre de 1886 en la ciudad de Guanajuato, México, donde conoció a Roberto Fabio Stefanelli, su gran amigo de la infancia y asesor de bolsa en el Mercado de Valores donde invertia sus divisas. A partir de 1896 comienza a tomar clases nocturnas en la Academia de San Carlos. En 1905 recibe una pensión del Secretario de Educación, Justo Sierra y en 1907 recibe otra del entonces gobernador de Veracruz, Teodoro A. Dehesa Méndez, que le permite viajar a España a hacer estudios de obras como las de Goya, El Greco y Brueghel; e ingresar al taller de Eduardo Chicharro en Madrid. A partir de entonces y hasta mediados 1916 alterna su residencia entre México, Ecuador, Bolivia, Argentina, España y Francia, país en el cual tuvo los primeros contactos con las reuniones de artistas de Montparnasse, donde tuvo acercamientos con intelectuales y artistas a los cuales admiraba como fueron Alfonso Reyes Ochoa, Pablo Picasso y Ramón María del Valle-Inclán, consiguiendo el acercamiento con las nuevas corrientes que en Europa existían como el cubismo. Ese mismo año, en París, nace su primer hijo, Diego, fruto de su primer matrimonio con la pintora rusa Angelina Petrovna Belova mejor conocida como Angelina Beloff; sin embargo, el niño moriría al año siguiente. Hacia 1917, influenciado por las pinturas de Paul Cézanne, se introduce en el Postimpresionismo, logrando captar la atención con sus acabados y vivos colores, a diferencia de otros muralistas mexicanos.

En 1919 nace una hija fruto de sus relaciones extramatrimoniales con Marievna Vorobieva-Stebelska, Marika Rivera y Vorobieva, a la que nunca reconocería pero sí sostendría económicamente. Hacia el año de 1920, y gracias al entonces embajador de México en Francia, Alberto J. Pani, Rivera abandonó el país y emprendió un viaje a Italia, donde comenzó el estudio del arte renacentista. Cuando Álvaro Obregón designó a José Vasconcelos como secretario de educación, Diego Rivera regresó a México para participar en las campañas emprendidas por Vasconcelos y en las cuales participó también con los muralistas mexicanos José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Rufino Tamayo, así como con el artista francés Jean Charlot.
En enero de 1922, comenzo a pintar su primer mural, en el Anfiteatro Simón Bolívar de la escuela Preparatoria Nacional. La pintura de Rivera comienza a convertirse en un factor considerable y de influencia para el Movimiento Muralista Mexicano y Latinoamericano. En diciembre de ese mismo año se casa con Guadalupe Marín, también conocida como la "Gata Marín", quien le fue presentada por Julio Torri mientras hacía el mural del Anfiteatro Bolívar en la Universidad Nacional. Era una indígena mexicana de piel morena, larga cabellera negra y ojos verdes.
Con ella tiene dos hijas: Lupe, nacida en 1925 y Ruth, nacida en 1926. En septiembre de 1922 inicia el fresco en la Secretaría de Educación Pública. Se convierte también en el co-fundador de la Unión de Pintores, Escultores y Artistas Gráficos Revolucionarios. Para ese mismo año, se da uno de los acontecimientos que marcaría gran parte de la vida de Diego, su anexión al Partido Comunista Mexicano, uno de los grandes factores influyentes dentro de su pintura. También se le otorgan los permisos necesarios para comenzar con las pinturas y murales del Palacio de Cortés en Cuernavaca y en la Escuela Nacional de Agricultura, en Chapingo, así como en el Palacio Nacional de la Ciudad de México, donde de 1929 a 1935 creó un ciclo narrativo sobre la historia del país desde los tiempos de los aztecas hasta el siglo XX.

Vida en el extranjero

Hacia 1927, Rivera fue invitado a los festejos de los primeros diez años de las Revolución de Octubre en la Unión Soviética, por lo que parte hacia la Ciudad Rusa de Moscú. Tras su divorcio con Guadalupe Marín en 1928, contrajo terceras nupcias con la pintora Frida Kahlo en el año de 1929. Igualmente, este mismo año, fue expulsado del Partido Comunista Mexicano. Hacia 1930, fue invitado a los Estados Unidos para la realización de diversas obras, donde su temática comunista desataría importantes contradicciones, criticas y fricciones con los propietarios, el gobierno y la prensa estadounidense.
Las más destacadas pinturas de Rivera en aquel país se encuentran en el San Francisco Art Institute -Escuela de Arte de San Francisco- así como en el Instituto de Artes de Detroit.
Hacia 1933, se da uno de los sucesos más controvertidos en su vida. Cuando el industrial John D. Rockefeller Jr. contrata a Rivera para pintar un mural en el vestíbulo de entrada o "lobby" del edificio RCA en la ciudad de Nueva York. Este era el edificio principal de un conjunto de construcciones que se habría de denominar como Rockefeller Center.

El edificio, situado en Fifth Avenue, una de las avenidas más famosas, se posicionaba como uno de los emblemas más importantes del capitalismo. Diego Rivera, diseñó para esta ocasión, el mural denominado El hombre en el cruce de caminos o El hombre controlador del universo. Pero cuando Rivera se encontraba a punto de completarlo, incluyó un retrato de Lenin. La reacción de la prensa y la controversia que suscitó el retrato de Lenin, fue inmediata y vocífera.
Rockefeller, vio el retrato como insulto personal y mandó cubrir el mural y más tarde ordenó que fuera destruido. Rivera poco después regresó a México en 1934, donde pintó el mismo mural El hombre en el cruce de caminos" en el tercer piso del Palacio de Bellas Artes de México.

En 1936 solicita al presidente Lázaro Cárdenas del Río, el asilo político de León Trotsky en México que se concreta el año siguiente, recibiéndolo en la Casa Azul de Frida Kahlo. Para 1940 ya se había distanciado del célebre disidente ruso y se había divorciado de Frida Kahlo, volviéndose a casar con ella a finales de ese año.
Hacia 1946, pintó una de sus obras más importantes, Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central en el entonces recién construido Hotel del Prado de la Ciudad de México. También integra junto con José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, la comisión de Pintura Mural del Instituto Nacional de Bellas Artes.
En 1950 ilustró Canto General de Pablo Neruda y ganó el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México. En 1952 realizó el mural denominado "La Universidad, la familia mexicana, la paz y la juventud deportista" del Estadio Olímpico Universitario (UNAM), en la ciudad de México y en 1955 ante la muerte de Frida Kahlo en junio del año anterior, se casó con Emma Hurtado y viajó a la Unión Soviética para ser intervenido quirúrgicamente. Falleció el 24 de noviembre de 1957 en Coyoacán, Ciudad de México y sus restos fueron colocados en la Rotonda de las Personas Ilustres, contraviniendo su última voluntad.
En el Mural que se encuentra en el Palacio de Gobierno, Diego Rivera pinta a sus esposas y amigos. Lupe Marín se encuentra pintada a un lado de Frida Kahlo

martes, 15 de junio de 2010

Biografía | Netzahualcóyotl

Netzahualcóyotl
(1391 - 1472 )
Rey poeta Chichimeca







Netzahualcóyotl, cuyo nombre significa " Coyote hambriento ", era hijo del rey Chichimeca - Texcocano Ixtlixóchitl, " Flor de pita o maguey ", y adoptó aquel nombre cuando quedó huérfano y se vio perseguido sin tregua por quienes habían matado a su padre y usurpado su trono; pues su nombre original era el de Acolmiztli, que significa " León fuerte ". Ixtlixóchitl, su padre, había contraído matrimonio con la princesa nahua Metlalcihuatzin, hija del primer rey Azteca, Acamapichtli, concertando con esa boda la alianza con aquel pueblo que surgía tan aprisa y prosperaba.

De ese matrimonio real nació, en 1391, el niño Acolmiztli, que con el tiempo habría de ser el famoso Netzahualcóyotl. Este creció llegando a ser un joven guerrero de gran valentía, pero también con gran afición a los estudios y a las ciencias; tenía apenas unos 18 años de edad, cuando un sinnúmero de movimientos políticos y guerreros, provocados por el señor de Azcapotzalco, Tezozómoc, el más poderoso del Valle de Anáhuac, provocaron que su padre fuera arrojado del trono de Texcoco y tuvo que huir con su hijo, para esconderse en un bosque cercano, en donde vivió en algún tiempo.

Netzahualcóyotl quiso luchar, para defender su reino, pero su padre, conociendo la superioridad bélica de Azcapotzalco sobre Texcoco, no quiso que se sacrificara inútilmente, sino que le recomendó permaneciera oculto y fuera luego a pedir el auxilio de los Mexica, cuya sangre llevaba también, y sólo cuando organizara un poderoso ejército recuperará su trono. En 1418, estando ocultos padre e hijo en las cuevas de Cuauhyacac y Tzinacanoztoc, fueron rodeados por los perseguidores que en su contra enviaba Tezozómoc, quien sabía que no estaría acabada su victoria mientras vivieran ambos, pues podrían pedir y lograr ayuda de los reinos vecinos.

Ixtlixóchitl dispuso que Netzahualcóyotl se ocultara en el bosque vecino, mientras que él, con los pocos guardianes que le quedaban, ofrecía resistencia a sus captores; y así se hizo, viendo Netzahualcóyotl como su padre moría en la refriega. Fue entonces cuando Netzahualcóyotl adoptó ese nombre y se dedicó a huir en los siguientes años, llegando a la patria de su madre, a Tenochtitlán, donde se guareció. De ahí salió a recorrer muchos pueblos, con el fin de atender las mejores artes de la guerra, del gobierno y del conocimiento humano, captándose a la vez amigos, aliados y simpatizadores hacia su causa. Y así llegó a ser un hombre extremadamente culto y civilizado, dueño de grandes conocimientos humanos.

Pacto la alianza con el rey de los Mexica, Itzcóatl y con el señor de Tlacopan o Tacuba, Totoquihuatzin, nieto de Tezozómoc e hijo de Tayautzin, quien deseaba vengar la muerte que a su padre le infirió su propio hermano, el rey Maxtla, tío del mismo Totoquihuatzin. Los ejércitos Mexica y Tlacopa, con el de Netzahualcóyotl formaron un ejército con sus adeptos texcocanos, logrando vencer a los que comandaba el rey Maxtla, a quien Netzahualcóyotl logró aprender durante la batalla, matándolo con sus propias manos. Otra vez en Texcoco, Netzahualcóyotl empezó a gobernar en el año 1431, reinando 41 años más, siendo el rey más sabio, inteligente y brillante.

Hizo construir en Texcoco, capital del reino Acolhua o Chichimeca, los más hermosos jardines elevados que se conocieron en América, semejantes en fama y hermosura a los famosos orientales de Babilonia. Construyó palacios, monumentos, acueductos, baños e infinidad de edificaciones que hicieron de Texcoco una grande y hermosa ciudad; pero además de esas artes constructivas, cultivó y difundió las ciencias y las bellas artes; expidió leyes sabias, compuso inspirados versos y fue un señalado filósofo. Muy del año de 1472, rodeado del afecto y admiración de su pueblo dejando el trono a su hijo Netzahualpilli.


Niwinti, nichoka, niknotlamati,
nikmati, nik-itoa, nik-elnamiki:
¡maka aik nimiki, maka aik nipoliwi!
Inkan ahmicowa, inkan ontepetiwa,
in ma onkan niauh:
¡maka aik nimiki, maka aik nipoliwi!
Me siento fuera de sentido,
lloro, me aflijo y pienso,
digo y recuerdo:
¡Oh, si nunca yo muriera,
si nunca desapareciera!...
¡Vaya yo donde no hay muerte,
donde se alcanza victoria!
Oh, si nunca yo muriera,
si nunca desapareciera...


viernes, 14 de mayo de 2010

Biografía | Jose Emilio Pacheco


José Emilio Pacheco Berny (Ciudad de México, 30 de junio de 1939) es un poeta, ensayista, traductor, novelista y cuentista mexicano integrante de la llamada "Generación de los años cincuenta", junto a Carlos Monsiváis, Eduardo Lizalde, Sergio Pitol, Juan Vicente Melo, Vicente Leñero, Juan García Ponce, Sergio Galindo y Salvador Elizondo.



De gran humanidad, simpatía y modestia, junto con una portentosa erudición, fue reconocido como hombre de letras desde muy joven. En la década de los cincuenta ya figuraba en antologías al lado de los grandes poetas latinoamericanos. Estudió en La UNAM o Universidad Nacional Autónoma de México, donde inició sus actividades literarias en la revista Medio Siglo; tradujo del inglés y publicó libros de lírica y narrativa; también trabajó dirigiendo y editando colecciones bibliográficas y diversas publicaciones y suplementos culturales. Al lado de Carlos Monsiváis, compartió la dirección del suplemento de la revista Estaciones; fue secretario de redacción de la Revista de la Universidad de México y de México en la Cultura, suplemento de Novedades, y fue jefe de redacción de La Cultura en México, suplemento de Siempre!. Dirigió la colección Biblioteca del Estudiante Universitario publicada por la UNAM, que reúne obras literarias desde el pasado prehispánico al México contemporáneo. Es especialista en Literatura Mexicana del siglo XIX, así como profundo conocedor de la obra de Jorge Luis Borges, en cuyo honor dictó una serie de conferencias en 1999. Fue investigador del Centro de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) desde hace décadas y ha sido profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México, en la Universidad de Maryland (College Park), en la Universidad de Essex y en algunas otras de Estados Unidos, Canadá, y Reino Unido.

Entre otros galardones ha recibido el Premio Cervantes (2009); el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2009); el José Donoso (2001); el Octavio Paz (2003); el Pablo Neruda (2004); el Ramón López Velarde (2003); el Alfonso Reyes (2004); el José Asunción Silva (1996); el Xavier Villaurrutia (1973); y el García Lorca (2005).

En la actualidad José Emilio Pacheco es una figura central de la literatura mexicana y miembro del El Colegio Nacional desde 1986; ingresó en éste con la lectura de su ensayo A ciento cincuenta años de la Academia de Letrán. Desde 1994 es creador emérito del Sistema Nacional de Creadores Artísticos (SNCA). Fue nombrado miembro honorario de la Academia Mexicana de la Lengua en mayo de 2006.

Su estilo es conversacional y coloquial, claro y antirretórico; su gran tema es el tiempo: cada poema suyo analiza imaginativamente un elemento que forma la corriente de lo cotidiano; asumiendo valores humanos éticos y sociales, otras veces reflexiona sobre el propio papel de la poesía. Como afirma Carlos Monsiváis, en su obra domina La pasión por la metáfora, la concentración en unas cuantas líneas de un relato casi siempre pesaroso, el gusto por los relatos inesperados, el despliegue del poder de síntesis, el ejercicio múltiple de la metáfora, el juego de analogías como espejos de la devastación, la alabanza jubilosa del paisaje. En poesía, ajusta sus dones melancólicos, su pesimismo que es resistencia al autoengaño, su fijación del sitio de la crueldad en el mundo, su poderío aforístico.

La mayoría de sus títulos poéticos están recogidos en el libro Tarde o temprano (Poemas 1958 - 2000) (México: FCE, 2000), que reúne sus primeros seis libros de poemas: Los elementos de la noche, El reposo del fuego, No me preguntes cómo pasa el tiempo, Irás y no volverás, Islas a la deriva, Desde entonces, a los que han seguido Los trabajos del mar, Miro la tierra, Ciudad de la memoria y un volumen de versiones poéticas: Aproximaciones. Es autor de dos novelas, Morirás lejos y Las batallas en el desierto, y de tres libros de cuentos: La sangre de Medusa, El viento distante y El principio del placer. Es notoria su labor literaria, periodística, historiográfica y política. Junto al célebre ensayista Carlos Monsiváis y el laureado con el Premio Nobel Octavio Paz creó la antología Omnibús de Poesía Mexicana. Con su ensayo-discurso acerca de la literatura mexicana --"A 150 años de la Academia de Letrán"-- ingresó el 10 de julio de 1986 en el Colegio Nacional de México. Como traductor se le deben en especial versiones de Cuatro cuartetos, de T. S. Eliot, de Cómo es (Samuel Beckett), Un tranvía llamado deseo (Tennessee Williams), Vidas imaginarias (Marcel Schwob) y De profundis (Óscar Wilde). Ha editado la Antología del Modernismo y obras de autores como Federico Gamboa y Salvador Novo.

Su poema Alta traición es quizá el más célebre entre la juventud mexicana. En su obra narrativa transfigura el mundo infantil y adolescente en el escenario cada vez más ruinoso de la ciudad de México (El viento distante y otros relatos (1963), El principio del placer (1972), Las batallas en el desierto (1981)... En Morirás lejos (1967) trata sobre distintas épocas de persecución (nazismo, guerra romana contra los judíos).

martes, 25 de agosto de 2009

Biografias | Rodolfo Neri Vela


Rodolfo Neri Vela, Ph.D., (nacido el 19 de febrero 1952) Nacido en la ciudad de Chilpancingo de los Bravo, capital del estado de Guerrero, México. Fue el primer astronauta mexicano y el segundo Latinoamericano en volar al espacio como pasajero al crearse un programa de colaboración entre la SCT y la NASA.


Recibió licenciatura de Ingeniería Mecánica y Eléctrica con especialidad en Comunicaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 1975; estudió la maestría con especialidad en sistemas de telecomunicación entre 1975 y 1976 en la Universidad de Essex, en el Reino Unido; obtuvo el grado doctoral en estudios de radiación electromagnética en la Universidad de Birmingham, Reino Unido, en 1979; y en la misma institución realizó investigaciones post-doctorales durante un año, enfocándose en las estructuras que guían las ondas waveguides

Del 26 de noviembre al 3 de diciembre de 1985 participó como especialista en la Misión STS-61-B del Transbordador Espacial Atlantis,1 el cual despegó de noche desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida y regresó a tierra en la Base Edwards de la Fuerza Aérea Estadounidense en California.
El objetivo principal era poner en órbita tres satélites de comunicación, entre ellos el Morelos II (los otros dos fueron AUSSATT II y SATCOM K-2). No obstante, los tripulantes pudieron conducir 2 caminatas espaciales (EVA) de 6 horas de duración para demostrar técnicas de construcción para la estación espacial utilizando los experimentos EASE/ACESS.

El mexicano también operó el experimento de Continuo Flujo de Electroforesis (CRFES) para McDonnell Douglas así como el contenedor Getaway Special (GAS) para Telesat de Canadá. Además condujo experimentos de comunicación para el gobierno mexicano y probó los Orbiter Experiments Digital Autopilot (OEX DAP).

Al concluir la misión, Neri Vela había viajado 3.8 millones de kilómetros (2.4 millones de millas) en 108 órbitas a la tierra y registró 165 horas en el espacio.

Biografia | Jose M. Hernández



José Hernández Moreno, también Jose M. Hernandez, es un especialista en misiones espaciales de la NASA (Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio), nació en French Camp, California, Estados Unidos el 7 de agosto de 1962, siendo hijo de Julia Moreno y Salvador Hernández, inmigrantes mexicanos. Su padre, Salvador, es originario de La Piedad, Michoacán, y llegó a este país hace unos 60 años para trabajar en los campos agrícolas de California.

Hizo estudios de ingeniería eléctrica en la Universidad del Pacífico, posteriormente hizo una maestría en ciencias en ingeniería eléctrica en la Universidad de California en Santa Bárbara. Fue seleccionado por la NASA en el Grupo 19 de 2004 para actividades espaciales. Como uno de los cuatro hijos de una familia de migrantes del campo mexicano se vio obligado a trabajar en labores de recolección de frutas y verduras en California. En 2006 obtuvo un doctorado honoris causa por la Universidad del Pacífico.

Su motivación para ser astronauta ocurrió cuando se encontraba recolectando verdura en Stockton, California y escuchó en su radio de transistores que el latinoamericano de origen costarricense Franklin Chang-Díaz había sido seleccionado para el programa de astronautas de la NASA y sería el primer latino en el espacio. Su colaboración en el Livermore National Laboratory en la década de 1990s contribuyó en una nueva herramienta para la detección temprana del cáncer de pecho.

El ingeniero de la NASA recuerda exactamente como ocurrió: Me encontraba limpiando con azadón una fila de remolacha azucarera en un campo de cultivo cerca de Stockton, California y escuché en la radio de transistores que Franklin Chang-Díaz había sido seleccionado como astronauta, dice Hernández, que era estudiante de educación superior en ese tiempo. Hernández cita: Recordando la selección del hispano-americano Franklin Chang-Díaz: Ese fue el momento en que dije ‘quiero viajar al espacio’; desde entonces, es algo por lo que he luchado cada día para hacerlo.

Como uno de los cuatro hijos de una familia de migrantes campesinos mexicanos, Hernández no aprendió inglés hasta que tenía 12 años de edad. Pasó la mayor parte de su infancia en lo que él llama el Circuito California viajando con su familia desde México hasta el sur de California cada marzo y trabajando en el área de Stockton hasta noviembre; cosechando fresas y pepinos en las granjas a lo largo de la ruta. Entonces regresaban a México en Navidad e iniciaban el ciclo de nuevo en la siguiente primavera. Hernández dice a algunos niños le puede parecer divertido viajar, pero yo tenía que trabajar y no estaba de vacaciones.

Sobre los Estados Unidos de América dice: “Yo vine de una familia muy pobre, muy humilde, de familia inmigrante campesina y este país me dio la oportunidad de estudiar y perseguir mis sueños como astronauta”.


domingo, 2 de agosto de 2009

Biografias | Frida Kahlo

Magdalena del Carmen Frida Kahlo Calderón, mejor conocida como Frida Kahlo (n. Coyoacán, Ciudad de México; 6 de julio de 1907 - 13 de julio de 1954) fue una destacada pintora mexicana.

Nació en Coyoacán, al sur de la Ciudad de México, el 6 de julio del 1907. A pesar de ello, Frida decía haber nacido en 1910, año del inicio de la Revolución Mexicana: "Nací con la Revolución" , porque quería que su vida comenzara con el México moderno. Este detalle nos muestra su singular personalidad, caracterizada desde su infancia por un profundo sentido de la independencia y la rebeldía contra los hábitos sociales y morales ordinarios, movida por la pasión y la sensualidad. Orgullosa de su mexicanidad y de su tradición cultural, se enfrentó a la reinante penetración de las costumbres estadounidenses, todo ello mezclado con un peculiar sentido del humor.

Frida fue la tercera hija de Guillermo Kahlo, fotógrafo de origen germano-húngaro, de religión judía con su segunda esposa, la mexicana Matilde Calderón y González, de ascendencia española e indígena de religión católica.1 Sus dos hermanas mayores fueron Matilde y Adriana; después de ellas nació el único hijo varón de la familia, el cual sobrevivió apenas unos días. Cuando Frida tenía apenas once meses, en junio de 1908 nace su hermana menor, Cristina, su constante compañera y la única de las hermanas Kahlo en dejar descendencia. Además de ellas, Frida tuvo tres medio-hermanas mayores: María Luisa, la mayor, una segunda hermana fallecida nada más nacer y Margarita, todas nacidas del primer matrimonio de su padre con María Cardeña (llamada también Cerdeña en algunas fuentes), fallecida en el parto de Margarita en 1898.2 3

Sin embargo, de acuerdo al estudio de Gaby Franger y Rainer Huhle,4 formaba parte de la leyenda, no pocas veces instigada por la propia Frida, que Guillermo Kahlo tuviera raíces húngaras o judías. Estos autores sostienen que probablemente el fotógrafo nació en Pforzheim, pequeña ciudad del estado de Baden-Wurtemberg y que sus abuelos y resto de antepasados pertenecieron a la burguesía local y eran de religión luterana.5 6

Su vida quedó marcada por el sufrimiento físico que comenzó con la poliomielitis que contrajo en 1913 y continuó con diversas enfermedades, lesiones, accidentes y operaciones. Esta primera enfermedad le dejó una secuela permanente: la pierna derecha mucho más delgada que la izquierda.

En 1922 entró en la Escuela Nacional Preparatoria de Ciudad de México, la más prestigiosa institución educativa de México, la cual empezaba por primera vez a admitir chicas como alumnas. Allí sus travesuras la convirtieron en la cabecilla de un grupo mayoritariamente formado por chicos rebeldes con los que realizó innumerables trastadas en la escuela teniendo generalmente como víctimas a sus profesores. Fue precisamente en esta escuela donde entraría en contacto con su futuro marido, el conocido muralista mexicano Diego Rivera, a quien le había sido encargado pintar un mural en el auditorio de la escuela.

dejó con lesiones permanentes debido a que su columna vertebral quedó fracturada y casi rota, así como diversas costillas, cuello y la pelvis, su pie derecho se dislocó, su hombro se descoyuntó y un pasamanos le atravesó el vientre, introduciéndosele por el costado izquierdo. La medicina de su tiempo la torturó con operaciones quirúrgicas (32 a lo largo de su vida), corsés de distintos tipos y diversos mecanismos de "estiramiento".

El aburrimiento que le provocaba su postración la llevó a empezar a pintar: en 1926, todavía en su convalecencia, pintó su primer autorretrato, el primero de una larga serie en la cual expresará los eventos de su vida y sus reacciones emocionales ante los mismos. La mayoría de sus pinturas las realizará estirada en su cama y en el baño. Sin embargo su gran fuerza y energía por vivir le permitieron una importante recuperación.

Tras esa recuperación, que le devolvió la capacidad de caminar, una amiga íntima la introdujo en los ambientes artísticos de México donde se encontraban, entre otros, la conocida fotógrafa, artista y comunista Tina Modotti y el futuro marido de Frida Diego Rivera.

La artista contrajo matrimonio con Rivera el 21 de agosto de 1929. Su relación consistió en amor, aventuras con otras personas, vínculo creativo, odio y un divorcio en 1939 que solamente duró un año.

Poco después de su divorcio con Diego Rivera, Frida Kahlo terminó un autorretrato constituido de dos personalidades: Las Dos Fridas. Con este cuadro, asimila la crisis marital, a través de la separación entre la Frida en traje de tehuana, el favorito de Diego, y la otra Frida, de raíces europeas, la que existió antes de su encuentro con él. Los corazones de las dos mujeres están conectados uno al otro por una vena, la parte europea rechazada de Frida Kahlo amenaza con perder toda su sangre.

Al matrimonio lo llegaron a llamar la unión entre un elefante y una paloma, pues Diego era enorme y obeso mientras que ella era pequeña y delgada. Por otra parte; Frida, debido a sus lesiones, nunca pudo tener hijos, cosa que tardó muchos años en aceptar.

A pesar de las aventuras de Diego con otras mujeres (que llegaron a incluir a la propia hermana de la pintora), ayudó a Frida en muchos aspectos. Él fue quien le sugirió a Frida que vistiera con el traje tradicional mexicano consistente en largos vestidos de colores y joyería exótica. Esto, junto a su semblante cejijunto, se convirtió en su imagen de marca. Él amaba su pintura y fue también su mayor admirador. Frida, a cambio, fue la mayor crítica de Diego.

La creciente reputación de Rivera en los Estados Unidos los llevó entre 1931 y 1934 a pasar la mayor parte del tiempo en Nueva York y Detroit.

Entre 1937 y 1939 el revolucionario ucraniano León Trotsky vivió exiliado en su casa de Coyoacán junto a su mujer. Allí tendrá un romance con el líder comunista para, tras su asesinato a manos del miembro de la NKVD estalinista Ramón Mercader, ser acusada como autora del mismo. Esto la llevó a estar arrestada pero finalmente fue dejada en libertad al igual que su marido.

En 1938 el poeta y ensayista del surrealismo André Bretón califica su obra de surrealista en un ensayo que escribe para la exposición de Kahlo en la galería Julien Levy de Nueva York. No obstante, ella misma declara más tarde: "Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad".

En 1939 expone en París en la galería Renón et Collea gracias a Bretón. Su estancia en la capital francesa la llevó a relacionarse con el pintor malagueño Picasso y a aparecer en la portada del Vogue francés. Por entonces Frida era conocida en el mundo entero. A partir de 1943 dio clases en la escuela La Esmeralda del México D.F.

En la primavera de 1953 la Galería de Arte Contemporáneo de esta misma ciudad le organizó, por primera vez, una importante exposición. La salud de Frida era muy mala por entonces y los médicos le prohibieron el asistir a la misma. Minutos después de que todos los invitados se encontraran en el interior de la galería se empezaron a oír sirenas desde el exterior. La muchedumbre enloquecida se dirigió al exterior, allí estaba una ambulancia acompañada de una escolta en motocicleta. Frida Kahlo había sido llevada a su exposición en una cama de hospital. Los fotógrafos y los periodistas se quedaron impresionados. Ella fue colocada en el centro de la galería. La multitud fue a saludarla. Frida contó chistes, cantó y bebió la tarde entera. La exhibición había sido un éxito rotundo.

Ese mismo año le tuvieron que amputar la pierna por debajo de la rodilla debido a una infección de gangrena. Esto la sumió en una gran depresión que la llevó a intentar el suicidio en un par de ocasiones. Durante ese tiempo, debido a que no podía hacer mucho, escribía poemas en sus diarios, la mayoría relacionados con el dolor y remordimiento.

Murió en Coyoacán el 13 de julio de 1954. No se realizó ninguna autopsia . Fue velada en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México y su féretro fue cubierto con la bandera del Partido Comunista mexicano, un hecho que fue muy criticado por toda la prensa nacional. Su cuerpo fue incinerado y sus cenizas las alberga la Casa Azul de Coyoacán, lugar que la vio nacer.

Sus últimas palabras en su diario fueron: "Espero que la marcha sea feliz y espero no volver jamás".

A los cuatro años de su muerte, la Casa Azul se convirtió en el Museo Frida Kahlo.

Varios museos le han dedicado retrospectivas: el Instituto Nacional de Bellas Artes del ciudad de México (1977), el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago (1980), la Whitechapel de Londres (1982), la Tate Modern de Londres (2007) y el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (2007).



En 2007 se cumplieron 100 años del nacimiento de Frida, por lo que en su país natal, así como en el mundo entero, se prepararon muestras, eventos y homenajes para celebrar esta gran efeméride. Como ejemplo, una aerolínea francesa en sus vuelos a México exhibía películas sobre Frida, así como el menú ofrecido a sus clientes llevan nombres alusivos a la pintora. Resalta la muestra que se organizó en el Palacio de Bellas Artes y llevó el nombre de "Frida Kahlo 1907-2007. Homenaje Nacional", en el que se exhibieron 354 piezas entre óleos, dibujos, acuarelas, grabados, cartas y fotografías, que conforman la mayor muestra sobre Frida exhibida jamás, según el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Frida, considerada por los críticos como la artista mexicana más conocida en el mundo, al cierre del sábado 18 de agosto, los organizadores estimaban que la cifra total ascendería a más de 415.000 visitantes.

Con esos números, Frida no sólo rompió el récord de asistencia en cuanto a las exposiciones exhibidas en el Palacio de Bellas Artes, sino que se ha convertido en una de las más visitadas entre las muestras montadas en México.